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jueves, 14 de julio de 2016

La pequeña San Carlino


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En mi opinión, el espacio interior de esta iglesia es una de las obras de arquitectura más emocionantes y conmovedoras de Roma. Pequeña, acogedora, curvilínea, blanca, son términos que la definen. Se encuentra en el barrio (rione) Monti, de frente al Palazzo Quirinale.

San Carlo alle Quatro Fontane, también conocida como San Carlino por su pequeña dimensión, se construyó entre los años 1638 y 1641. Realizada por un encargo de la Orden de los Trinitarios Descalzos en Quattro Fontane. La iglesia fue diseñada por Francesco Borromini. Con materiales pobres como ladrillo enlucido y pintado de blanco, levantó una obra tal, que cambió la historia de la arquitectura barroca. En una primera fase 1634-1637 se levantan el convento y el claustro rectangular que con su dinamismo del espacio arquitectónico hace que el espectador no perciba su minúsculo tamaño. La iglesia se ejecutará en una segunda fase, 1638-1641, la fachada se levantará en (1666-1668) acabada por Bernardo Castelli, sobrino de Borromini, muerto en agosto de 1667.

La fachada presenta un juego de concavidades y convexidades impactantes y novedosas para la época, el potente entablamento que separa los dos cuerpos de la fachada acentúa este movimiento.

En el interior, en el cuerpo inferior, nos encontramos tres hornacinas en las que se ubican las estatuas de San Carlos Borromeo, titular de la iglesia, y los dos fundadores de la orden trinitaria. En el cuerpo superior el juego de planos varía, destaca un medallón que contenía un fresco, hoy perdido, una ventana bajo el medallón que ilumina el interior junto con la linterna de la cúpula. El número tres, que hace referencia a la Trinidad, se repite en la fachada y en el interior de la iglesia. La cúpula está diseñada con figuras geométricas (hexágonos, octógonos, y la cruz Trinitaria) que se encastran unas con otras, reduciéndose de tamaño a medida que asciende, dando sensación de profundidad y ligereza que se incrementa con la iluminación proveniente de la linterna y por los huecos ocultos a la vista en la base del tambor.

La planta de la iglesia es oval, con el eje mayor en la dirección desde la entrada hacia el altar, Dispone de tres altares principales y presenta un juego de planos cóncavos y convexos que modela un espacio orgánico que fluye a la vista del espectador. El orden gigante de sencillas columnas que se encuentran en el cuerpo inferior dirige la mirada hacia la cúpula, también oval.

San Carlino se encuentra en el cruce de Via del Quirinale con Quattro Fontane, la fachada aloja una de las cuatro fuentes, en concreto la que representa el Tevere. Está en una zona muy traficada y de fácil acceso. El ingreso es gratuito y está abierta al público de lunes a viernes de las 10 a 13 y de 15 a 18h, sábado y domingo de las 10 a las 13h., los meses de junio a agosto solamente abierta por la mañana.
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1 comentario:

  1. Como curiosidad, cuenta Stendhal en sus "Paseos por Roma", que la superficie de San Carlino es prácticamente igual a la que ocupa la base de una de las pilastras que sostienen la cúpula de San Pedro.

    Y también Javier Reverte, en su "Un otoño romano", estuvo allí comiendo el último jueves de septiembre de 2013, invitado por los frailes Trinitarios Descalzos (la mayoria españoles)cuyo padre superior casualmente es paisano tuyo.

    Otro sitio pendiente para visitar si vuelvo algún día.

    Un abrazo

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