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domingo, 15 de noviembre de 2015

Rollitos de pez espada

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Gli involtini de pez espada es una receta con el  sabor, olor y color típica del sur de Italia.

Ingredientes para 4 personas:
  • 500 gr. de pez espada cortado en lonchas muy finas;
  • 3 cucharas de pan rallado;
  • 2 cucharas de queso rallado tipo parmigiano;
  • una cuchara de piñones y otra de uva pasa;
  • aceite virgen de oliva, cebolla, perejil, laurel, sal y pimienta.
Sofreímos la cebolla, cuando esté dorada añadimos unos 150 gr. de pez espada cortado finamente en dados, el pan rallado, los piñones, el queso, las uvas pasas, sal y pimienta. Mezclamos todo y lo freímos durante unos minutos, conservamos. Con mucho cuidado disponemos las lonchas de pescado en una superficie dura, espalmamos con una maza de madera, de manera que conseguimos unos filetes finos. Depositamos en el centro un par de cucharas del relleno que hemos preparado, enrollamos procurando cerrar los extremos. Sellamos con un palillo, los pasamos por pan rallado y los colocamos en una fuente de horno previamente aceitada, separados por una hoja de laurel. Añadimos un chorro de aceite de oliva, enfornamos durante 20 minutos a 180º, cuando estén dorados los sacamos y servimos calientes. Hay más variedades de esta receta que poco a poco os iré dando. Ya me contaréis como os ha salido.
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miércoles, 4 de noviembre de 2015

San Pietro in Vincoli y el Moisés



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La basílica de San Pietro in Vincoli debe su nombre a las cadenas (del latino vincula) que conserva en su interior y que según la tradición fueron utilizadas para atar a San Pedro en la cárcel Mamertino en Jerusalén. En el siglo V la emperatriz Elia Eudocia mujer del emperador Teodosio II recibe del Patriarca de Jerusalén las cadenas como regalo por su visita a la ciudad. La emperatriz las envió a su hija Licinia Eudossia, mujer del emperador de occidente Valentiniano III, que a su vez las dona al Papa León I, conocido como León el Magno. La iglesia ya tenía parte de estas cadenas  y cuando el Papa las juntó, milagrosamente se unieron en una sola. Para celebrar y recordar el milagro se construyó en 442 la basílica, gracias a la ayuda de la emperatriz Eudossia, razón por la cual también es conocida como Basílica Eudossiana, y ha sido aquí dónde se han conservado las cadenas visibles en el altar.  Este milagro tiene una interpretación histórica, Eudossia hija del emperador de oriente, casada  con el emperador de occidente, podría representar el vínculo que una de nuevo el imperio divido.

La basílica Eudossiana del siglo V ha sido restructurada a lo largo del tiempo por distintos Papas; Adriano, Sisto IV, Giuliano III, de estos dos últimos son los escudos pertenecientes a la familia Della Rovere que se encuentan en el templo. El interior es de tres naves divididas por columnas de mármol griego de una única pieza con capitel dórico. La nave central tiene una pintura al fresco que narra el milagro de las cadenas de San Pedro, en la nave derecha se conserva la pintura de San Agustín, del Guercino, la sacristía tiene un pavimento de mármol probablemente proveniente de las Termas de Trajano, pero sin lugar a dudas el monumento por el cual la iglesia es conocida en todo el mundo es el Moisés de Miguel Ángel destinado al monumento fúnebre de Giulio II en la Basílica de San Pedro en el Vaticano. 

Cuando le encargaron el monumento fúnebre Miguel Ángel pasó ocho meses en Carrara seleccionando los mejores bloques de mármol para realizar la obra. A su vuelta a Roma el proyecto se paralizó desencadenando la ira del artista. Con la muerte del Papa y la elección de León X, el proyecto se redimensiona y se traslada para su ejecución a la iglesia de San Pedro in Vincoli. Cuando se reanuda el trabajo se finaliza el Moisés y los prisioneros, pero de nuevo se interrumpe la empresa, el papa Paolo III convence a Miguel Ángel para que pinte el Juicio Final en la Capilla Sixtina. El Mausoleo de Gulio II fue finalizado por alumnos del maestro, consistente en una simple fachada con seis nichos para esculturas, muy lejos del proyecto originario que tenía cuarenta. “I Prigioni” un grupo de seis estatuas encadenadas en diversas posturas se encuentran cuatro en la Galleria de la Academia de Florencia y en el museo del Louvre las otras dos casi finalizadas. Afortunadamente el Moisés se conservó en esta iglesia y desde 1545 se puede admirar esta obra maestra en el transepto de la iglesia. El Moisés de rostro duro y mirada fiera, con las venas y músculos en tensión resaltan como si la estatua palpitase bajo el impulso de la ira, está sentado solemnemente con las Tablas de la Ley en la Mano. A los lados del Moisés están las estatuas Lia y Rachele símbolos de la vida activa y contemplativa, obras de Raffaello di Montelupo. En la parte superior se encuentra la estatua yacente de Giulio II, tradicionalmente atribuida a Maso del Bosco, no obstante últimamente se piensa que puede ser obra del mismo Miguel Ángel. Las restantes figuras en alto son, una Sibila y a la derecha un Profeta también obra de Raffaello di Montelupo, mientras que la escultura de la Virgen de pie con el Niño Jesús,  fue realizada por Scherano da Settignano. 

Destaca en la iglesia un mosaico del siglo VII con San Sebastián vestido de soldado, viejo y con barba, al estilo iconográfico bizantino, diverso de la posterior iconografía romana que lo trasformó en un joven bellísimo. Se encuentra en la iglesia el monumento fúnebre del cardenal Nicola Cusano obra de Andrea Bregno, cardenal titular de la iglesia de San Pietro in Vincoli.

Horario: todos los días de 8:00 a 12:30 y de 15:30 a 18:00 horas.
 

Estamos en las inmediaciones del Coliseo, Foros Imperiales, Vía Cavour, Piazza Vittorio.
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