Mercado de Piazza Vittorio

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Mercado de Piazza Vittorio o Mercado del Esquilino, uno de los más bonitos, céntricos y particulares de Roma, pasear por su interior te hace sentir que estás en la India, Bangladesh, Tailandia o China, y sin embargo estamos en el corazón de Roma. Originalmente el mercado se encontraba en el interior de Piazza Vittorio, ocupaba la mayor parte de la plaza y era el punto de referencia de la población extracomunitaria de Roma. En 1989 por motivos de higiene pública el ayuntamiento decide el traslado del mercado al cuartel que el ejercito tiene en vía Amedeo Sani. El traslado definitivo al Nuevo Mercado Esquilino se hará en el 2001.
Actualmente, tanto en vendedores como en clientes predomina la componente extranjera, rápidamente se observa una presencia multicultural, por los colores, olores, idiomas que se hablan y productos que se venden. Si necesitáis una verdura, especie o legumbre particular, tenéis que venir a este mercado.
Muchos puestos están regentados por ciudadanos provenientes de Bangladesh, algunos casi no hablan italiano, pero la barrera lingüística la salva con su simpatía y sonrisa. Paseando por los puestos  vais a encontrar batata, mandioca, calabacines chinos, tamarindo, soja, nabos gigantes, Okra, lentejas indias, alubias latinoamericanas, jengibre, arroz de todo tipo, pescados provenientes del Pacífico, especies de colores y olores exóticas, siempre con vendedores dispuestos a darte una explicación sobre el uso de las mismas.
Si tienes intención de adentrarte en la cocina Thai, Vietnamita, India, o China, te tienes que pasar por aquí para hacer la compra, todo lo que necesitas lo encontrarás, y si eres curioso y apasionado por esta cocina con facilidad harás amistad con los vendedores.
Estamos muy cerca de la Estación Termini, Porta Maggiore, Santa Maria Maggiore, San Lorenzo

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Museo Central Monte Martini

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La mayoría de los turistas no llegan al inusual Museo Central Monte Martini que se encuentra en vía Ostiense, en el corazón de uno de los barrios más populares de Roma. Se trata de una vieja central eléctrica cuidadosamente restaurada en los años 80. Se ha convertido en un museo donde han sido colocadas con acierto esculturas de la Roma clásica provenientes de los museos Capitolinos  junto con turbinas, cuadros eléctricos, y motores diesel.  Podemos encontrarnos entre la maquinaria para producir energía eléctrica, obras de belleza extraordinaria, unidas por la arqueología clásica e industrial. Esta central eléctrica es de gran importancia para la historia de Roma, se trata de la primera central comunal de la ciudad, nacida con el objetivo de producir energía a bajo coste con respecto a las empresas privadas. El 30 de junio de 1912, de sus máquinas sale parte de la energía que ilumina las calles de la ciudad, hasta 1963, que poco a poco irá disminuyendo su actividad hasta 1968 que se apaga definitivamente. Desde 1997 es sede de museo, y recoge obras romanas provenientes de las excavaciones del Campidoglio, del la zona Sacra de Largo Argentina y del Esquilino.

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De cena Porchetta

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He ido a cenar con mis compañeros de piscina al “I Porchettoni” en el Pigneto. Este restaurante está lleno de gente simpática, bulliciosa, chillona, con camareros que te tratan como si fueras de toda la vida. El local es sencillo, espartano, con mesas grandes de madera de tipo “social” para comer en grupo con gente variopinta. Hemos comido porchetta, es cerdo asado con hiervas y especies, se come como embutido, te lo sirven en papel de estraza, buenísima. Óptimos los chorizos y los quesos, la verdura a la plancha, y la pasta con calabaza, o brocoli, el vino a granel es aceptable, y de postre un digestivo. El restaurante es de los que me gustan, es aconsejable totalmente. Los propietarios te tratan como si fueras de la familia. Estamos en el corazón del Pigneto, rodeados de buen ambiente, muy cerca de Porta Maggiore.

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